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Peregrinaje efímero

Extracto. Duración total: 7:40
2004

Proyecto concebido como resultado de un conjunto de intervenciones que relacionan distintos espacios públicos con determinadas fechas del calendario cívico en que el individuo se confronta con deseos que la sociedad considera valiosos: Patria, maternidad, sexo, pertenencia, paternidad, profesión , etc. Este intercambio de deseos y de estructuras se convierte en el principal proceso de identificación, resultando un flujo efímero de significados.
Este proyecto parte del concepto » movimiento como generador de cambio», en el que lo cíclico aparece como elemento necesario para darle sentido a lo que deseamos. Las intervenciones son concebidas como focos propiciatorios que cuestionan no sólo las fronteras de su propia función, sino que constituyen el material fundamental de la documentación, a los que el espectador tiene acceso a través de su manipulación.
El proceso del trabajo se convierte en un intercambio de referencias que hablan de las relaciones del individuo con su colectividad, y nos permite reflexionar sobre la «presencia-ausencia» de la obra: la pieza no está completa sino convive con el espacio y la fecha que cuestiona, y luego regresa al taller donde fue elaborada. La «presencia-ausencia» de la obra supone la inpermanencia del volumen frente a la permanencia del deseo.
Peregrinar alude a una movilización ritual para manifestar alguna admiración por algo o por alguien. Efímero a lo cambiante y a lo pasajero. Ambos términos resultan contradictorios pero unidos se convierten en metáfora del proceso metonímico del deseo, así como también reflejan el procedimiento utilizado en las intervenciones públicas, que detallaré más adelante.
Las intervenciones son concebidas como focos propiciatorios, que al convertirse en un intercambio de referencias, cuestionan los valores relacionados al individuo, su ciudad, e ideales impuestos. La instalación final supone la representación-presentación de las intervenciones y funcionaría como hilo conductor de las mismas.
Para el desarrollo del proyecto la ciudad se convierte en un espacio de laboratorio, en el que los diferentes valores unidos a las fiestas celebratorias del calendario estarían reflejando la doble cara del consumo. Por un lado, hemos visto que el consumo es un conjunto de procesos socioculturales en los que no sólo se realiza la apropiación y uso de los productos, sino pone en evidencia nuestra participación en un escenario de disputas por aquello que supuestamente deseamos. Por el otro, expresa el predominio absoluto de la imagen que define nuevas formas de control y nuevos contenidos de comunicación, producto de la necesidad de llenar el vacío que resulta de la suplantación de un bien por otro. Es así que los valores representados en los bienes y remarcados en las fiestas celebratorias del llamado calendario cívico funcionarían como aparente sustituto de lo que se desea. Se implanta así un sistema que perseguiría la perpetuación de seudo-valores en provecho del consumo.Los espacios escogidos para las intervenciones se relacionan con lo doméstico – la escuela, el mercado, la casa y con la imaginería del cuerpo – los instrumentos clínicos, gimnásticos, dentales y correctivos . El cuerpo se convierte por un lado en la proyección de lo que cada uno quiere ser, y por el otro, en la manifestación de poder y un medio de adecuación a los deseos y valores de cada época.
Materiales “ artificiales” como la resina, el látex, la fibra de vidrio, el plástico, el cromo , junto al cemento, fierros de construcción y objetos artesanales , se cargan de contenidos ambiguos que expresan la manipulación constante del cuerpo social y la tendencia a reprimir y ocultar las carencias reales de nuestra naturaleza humana.

Descripción General:
El proyecto consta de 7 intervenciones y de una instalación final, concebida como registro de documentación y resultado del trabajo.
Consta de las siguientes intervenciones:

Día de la madre

«La Limeñita» , segundo domingo de Mayo, Supermercados Santa Isabel, distrito de San Borja.

A las 11:30 am, en un carrito, «La Limeñita» desarmada fue llevada por entre los anaqueles hasta el centro de la tienda. Se la colocó entre los dispensadores de cerveza.
Una funcionaria iba anunciando la llegada de La Limeñita y a intervalos de 5 minutos, fue leyendo el recetario inventado.

Se pretende reflexionar sobre las supuestas identidades deseantes femeninas que luego se contrastaran con aquellas masculinas del dia del Padre, para de esta manera analizar si responden o no a estereotipos que condicionan nuestros modos de desear, y así plantear distintas lecturas que reconozcan la posibilidad de identidades parciales o contradictorias. Un reconocimiento en el que la representación del cuerpo apueste por interpretaciones múltiples y variables en relación a la naturaleza supuestamente inasible del deseo.

Día del padre

Tercer domingo de Junio en un mercado popular del Rímac.

La intervención expresa la necesidad de disolver la confrontación entre los roles femeninos y masculinos, de tal manera que el espacio de «lo femenino» y «lo masculino» no implique disolución de contradicciones sino la contención de los mismos. Por eso el cuerpo físico de la madre se ha «fusionado-escapado» del padre. De esta manera se establece la resistencia a las identidades unívocas y establece más bien identidades múltiples y cambiantes. Como el rol principal es asumido por el Padre, y la Madre (La Limeñita) virtualmente presente a través del televisor, ubicado en el puesto concedido por el mercado, de esta manera desarticula la narración.

La acción de reemplazar el supermercado por el mercado pone en evidencia las disputas sociales, así como expresa las tensiones entre lo «privado» y lo «público».

En la instalación final, la mutación del padre en la madre o la incorporación de la madre al padre (al ser retroproyectada su imagen), potencia nuestra irresoluble «completad». Así como propicia nuevas lecturas interesadas en reflejar que el cuerpo, indistintamente del sexo, es un espacio que simbólicamente es a la vez «mercancía» (objeto manipulable y reemplazable) y «mercado» (espacio en el que se representan códigos y conceptos asociados a nuestras carencias, nuestros deseos,etc.).

Se pretende reflexionar en ambas situaciones sobre las supuestas identidades deseantes femeninas y masculinas para de esta manera analizar entre otras cosas si responden o no a estereotipos que condicionan nuestros modos de desear, y así plantear distintas lecturas que reconozcan la posibilidad de identidades parciales o contradictorias. Un reconocimiento en el que la representación del cuerpo apueste por interpretaciones múltiples y variables en relación a la naturaleza supuestamente inasible del deseo.

Día del trabajo

1 de Mayo en el domicilio de la mujer que sirvió como modelo de la pieza.

La intervención pretende expresar la implantación de un sistema social, económico y político que impone “standards estéticos y raciales blancos” como lo más deseable. No sólo los valores implícitos se vuelven inalcanzables sino que “lo blanco” se convierte en requisito para la obtención de trabajo.

En la instalación final, en la Galería Vértice, la retroproyección de la imagen de sus propios pies sobre la pieza original, le devuelve simbólicamente lo mutilado, pero al sobredimensionarse sus proporciones paradójicamente la acción se vuelve ambivalente y contradictoria. Esta tensión se fortalece con  la inscripción de la definición de la palabra “trabajo”,  del Calendario Cívico Escolar. Pretende inscribir así la huella de su marginación y potencializar su insatisfacción.

Día internacional de la mujer

Puericultorio Perez Araníbar. 8 de marzo. 

La pieza consta de una tela bordada con todos los nombres de las mujeres que fueron esterilizadas de manera forzada por el Gobierno de Alberto Fujimori.

Delante de la tela una imagen de una cicatriz de Cesarea y  a los pies unos tacos hechos de látex.

Descripcion del proyecto
En la intervención la pieza cobra fuerza no solo por lo que expresa en si , sino porque el lugar donde se presento potencia la fuerza del mensaje.
El Puericultorio es un Centro sin fines de lucro, que brinda un hogar a niños abandonados o aquellos a los que las familias no pueden solventar sus alimentos.
Los nombres inscritos representan la gran mayoría de mujeres victimas que fueron objeto de explotación. Por lo que se resalta aun mas la desprotección del Estado hacia la mujer.

Día de la bandera

7 de junio. Realizada en el Colegio Público «San Francisco de Asís» del distrito de Comas.

La intervención pretende expresar que tanto el deseo de pertenencia a un territorio (lo patriótico), como el deseo de trascendencia (lo religioso) son asumidos culturalmente como naturales y auténticos. La acción pretende decodificar los signos que el estado y la religión han construido.

La metamorfosis de la bandera en casa o la casa en bandera pretende expresar la paradoja de que ambos espacios mentales o físicos aparentemente nos protegen pero también nos constriñen. Es así que las prótesis dentales (metáfora de las restricciones culturales) por un lado sostienen a los niños pero también parecen devorarlos.

En la instalación final no se ha querido retroproyectar una imagen, quizás para expresar que el poder de lo “establecido” está incrustado en nuestra conciencia colectiva.

Día de los enamorados

 14 de febrero. Realizada en la tienda Cabinas de Internet del distrito de Lince.

La intervención busca establecer la comparación entre la imagen paradisíaca del “Adán y Eva” de Alberto Durero y la deconstrucción de la representación asexuada de la misma imagen en látex. Este hecho pretende examinar el poder que ejerce lo genital ( la construcción de género ) en la orientación dinámica del deseo.

Por otro lado, el ciberespacio se convierte en un lugar de experimentación, donde los deseos se fortalecen. Somos inducidos a participar en el juego de las expectativas y de las mascaradas por excelencia, en el que cada persona es y puede ser lo que quiere. Es la afirmación de una nueva forma de “ presencia” : lo virtual como otra experiencia de lo real. Y la aceptación de la comunicación incierta, así como el reconocimiento de una incapacidad comunicativa real.

En la instalación final el movimiento de luces detrás la silueta de Adán , activa esta vez, una secuencia de proyección de slides sobre la silueta apagada de Eva. Se crea así, una narración interrumpida que revela el peregrinaje de la “parejita de novios” ( que en la pieza original estaba encerrada simbólicamente en el vientre de ambos) hacia una “prótesis-altar-cadalso-trono……….”
Las prótesis dentales nos confrontan con sistemas de seducción que apuestan por la imposición de roles unívocos, que constriñen la multiplicidad del ser, y impiden la aceptación de interpretaciones que pueden llegar a ser contradictorias entre sí.

Chasquy

La pieza «Chasquy» funciona como hilo conductor de todas las intervenciones. Es la «pieza globalizante» que sale a la ciudad en busca de aquellos deseos que fueron cuestionados. Andar por la ciudad resulta como dice García Canclini en su ensayo » Consumidores y Ciudadanos» , en una operación de consumo que simbólicamente supone un eje comunicativo de la sociedad.
Se quiere, por lo tanto, enfatizar la necesidad de mostrar la pieza
«mirándose ser mirada». Funciona como el mismo deseo, por un lado aspira lo que busca pero paradójicamente también no lo conserva y lo desecha. Ella es un «cyborg» que se transporta en su propia aspiradora /anda, por la ciudad.

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